A través de una selección de piezas del Museo Británico se nos muestra la importancia de la competición y la rivalidad en la cultura griega como un medio para alcanzar la excelencia. Con el entrenamiento atlético los griegos buscaban conseguir un cuerpo perfecto y a través de la filosofía, la ciencia y las artes, cultivar la mente.
El espíritu competitivo estaba presente en todos los aspectos de la vida doméstica y religiosa de los griegos, por eso la historia de la antigua Hélade está llena de actos heroicos, triunfos de guerreros y proezas de deportistas.
Entre las muchas piezas que nos explicaron nos llamaron sobre todo la atención el friso de la tumba monumental del persa Mausolo, de donde procede la palabra "mausoleo"; el busto de Eurípides, insigne autor de tragedias;las figuras que representan escenas de la vida cotidiana de los griegos y reflejan la diferencia entre las actividades de ricos y de pobres y la escultura del Diadúmeno de Vaison, una estatua de un atleta de cuerpo perfecto, atándose una cinta (diadema) en la cabeza como señal de su victoria. La estatua de Nike, la representación alada de la victoria, que vimos al final de la exposición, fue el mejor broche para el cierre de una visita perfecta.